Hace años la principal guerra del mundo era contra los vampiros, la Segunda Guerra Mundial era en realidad la lucha por erradicar aquella raza, y Steve era el más ferviente creyente, los vampiros eran una abominación, monstruos, no una evolución, debían desaparecer del mapa. Sin embargo, su ligera siesta antártica le dejó fuera de juego durante los años más señalados.
El ejército de vampiros alemán fue derrotado, pero no se exterminó a aquellos seres, sino que los líderes mundiales humanos llegaron a acuerdos con los líderes vampíricos, estableciendo la paz y la integración de la dos razas.
Cuando Steve despierte, no sólo descubrirá un nuevo siglo, sino que tendrá que convivir con aquellas criaturas, especialmente con un moreno egocéntrico con aires de superioridad. Tony lo tenía todo para ser odiado por Steve, y lo era, pero en el momento de la verdad, el rubio tomó una decisión que no esperaba de sí mismo.