En 1984 Abel Murphy decide realizar un viaje largo por sí solo, decidió darle un descanso a su tripulación, la vida en los mares era lo único que lo hacía feliz. El olor a pescado, el sabor a sal, el cálido sol o las tormentas, sobre todo; la hermosa vista del mar, lo hacía su hogar. Desde muy pequeño solía acompañar a su padre, Shawn Murphy, a los largos viajes de pesca, su padre solía decirle que, el día que muriera; le gustaría que su hijo siguiera su camino; no solo como una instrucción, sino como un gusto y estilo de vida. Abel aprendió todo de su padre. Era tiempo de darse un respiro y estar solo, sólo él y las inmensas maravillas del mar azul... Abel parte su viaje sin despedirse de sus amigos, sin duda alguna él sabía a lo que iba, sin embargo; la vida le tenía preparado una sorpresa la cual le cambiaría su vida.All Rights Reserved
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