Ross Lynch tenía todo lo que podía desear: personas que lo amaban, una increíble mujer a su lado y un trabajo soñado. Sentía que, después de tantos años, al fin las cosas se acomodaban para él y no se arrepentía de lo que había hecho. Incluso si había logrado todo en un acto egoísta. Incluso si había roto un corazón en el camino.
Laura Marano siempre se ha caracterizado como una mujer poderosa e increíblemente atractiva y lo ha usado para conseguir todo lo que se proponía. Jamás se permitió verse débil, ni siquiera cuando el hombre que amaba le rompió el corazón.
Cuando Maddison llega, su vida da un giro de 180 grados. Solo le importaba proteger a su hija de cualquier daño, mataría al primero que la hiciera sufrir. Incluso si esa persona era el padre de la niña, Ross Lynch, quien ni siquiera sabía de su existencia.
Pero las cosas cambian y Ross deberá decidir si será capaz de perderlas por su vida perfecta o arriesgarse a perderlo todo por un pedazo de perfección que nada jamás logrará igualar, para tenerlas a ellas.
Estaba perdiendo a esas dos personas que habían llegado para cambiar su vida, él lo sabía desde el día en el que la dejó por otra mujer y eso la llevó a criar a su hija sola. No estaba seguro de si estaba listo para ese cambio.
Pero tal vez aún no era demasiado tarde. Tal vez podría remendar cada error cometido tanto en el pasado como en el presente. Tal vez su decisión estaba tomada desde el principio y él no lo quería ver.