Sabía que estaba mal; lo supe desde el primer día en el que le vi. Sus ojos mieles se encontraron con los míos haciéndome sentir una infinidad de cosas que no podría explicar con ninguna palabra existente. Y entonces me encontré a mi misma pensando que el hombre que se encontraba frente a mi no podía ser real. Era hermoso, como si tuviese a las estrellas en su mirada. Pero nada dura para siempre. Y como el resto; nuestra historia de amor no fue eterna.All Rights Reserved