Si en algún momento pudimos hablar de ello, fue ahí, cuando nuestros cuerpos cansados yacían sobre camas diferentes, pero totalmente solitarios, nuestros ojos fijos en esas pequeñas pantallas, pudiendo expresar mil cosas a través de palabras escritas, y nuestro amor desbordaba desde todas partes, podíamos, verlo, tocarlo y sentirlo, y entonces hubo altibajos, hubo lágrimas, hubo risas, hubo seriedad, pero siempre hubo amor. Siempre había.All Rights Reserved