Escribir es una forma de sobrevivir al amor, al desamor, a los recuerdos, a ti. A todo lo que queda cuando alguien se va. Por si me lees, no es solo un poemario; es la constante de todo aquello que fuimos o que pudimos ser. Es un mimo a los corazones rotos, a los ansiosos, a los salvajes, a los románticos. En estos versos encontrarás cenizas de un amor que ardió intensamente, Fragmentos de una memoria que se aferra a cada beso, y un murmullo continuo: "¿Dónde estás ahora?" Quiero hablarte a ti, a tu mente y a tu alma, como si nuestras heridas fueran las mismas, Como si mis palabras pudieran ser refugio para tu corazón herido. Aquí, el olvido se hace largo, el amor fugaz, y la memoria se enreda en los días lluviosos y en los perfumes de lo que una vez fue. Tal vez, de pronto, te encuentres bailando en el recuerdo de una habitación que guarda fantasmas, O sosteniendo las cenizas de lo que un día ardió. Encontrarás promesas de resurrección, aunque debas recoger las piezas con manos temblorosas. Tu llanto será el mío, tu dolor y tus suspiros, los nuestros. Estas palabras son para ti, para todos los pequeños amores, por si me lees. Porque al escribir te amo, y al hacerlo me hago eterna.