Fearless.

... me acerco a la caja, no hay nadie atendiendo, pero claramente se escucha a Linkin Park de fondo en el cuarto de atrás, me asomo y no veo a nadie, al regresarme, veo mi reflejo en el mostrador espejeado en el que estoy recargada. Mierda, vaya pinta que me cargo, sangre seca en la nariz, y el pómulo un poco abierto aun, la mascara de pestañas corrida por todo mi rostro, los ojos hinchados, y el cabello enmarañado, lo único que me provocaba a mi misma eran ganas de seguir llorando.
-Oye, ¿Te ayudo en algo?- dijo el chico que mágicamente apareció del otro lado del mostrador
-Amm... Sí, voy a llevar esto- Respondo un poco despistada
-No fue un buen día, eh- Lo volteo a ver con cara de "¿Tú que crees?", el ríe- Vale, vale, sí lo ha sido, pero, ¿Así son todos?- Antes de poderle responder, un nudo en mi garganta traga mis palabras y sube hasta mis ojos en forma de lágrimas que intenté reprimir fallidamente, el solo me mira y sin ningún tipo de remordimiento replica- Supongo que has hecho algo para cambiarlo, ¿No?
-No hay mucho que pueda hacer al respecto- respondo con la mirada baja
-Ah, o sea que tienes miedo, lo supuse desde que entraste- Dice muy natural
-No tengo miedo- Respondo un tanto altanera y cambiando mi actitud completamente
-Entonces, ¿Por qué no haces nada para salir de tu miseria? Por que tienes miedo, ¿Que harías si no tuvieras miedo?
-Escapar- Digo sin pensarlo dos veces, y arrepintiéndome un poco de mi respuesta- Pero, ¿Tú como me viste si no estabas aquí cuando entre?
-Por que yo lo veo todo- Dice señalando una cámara en la esquina de la tienda- ¿Que esperas para escapar? Total, la gasolina ya la tienes- Sus palabras me dejan atónita y sin una palabra que replicar- Yo te lo invito, me parece que tu galón se llenó de mas, me guiña un ojo y regresa al cuarto donde se escuchaba Linkin Park

Solo sabía una cosa: No entendía nada