Aurora está cegada por el odio y el dolor. Su sed de venganza no se saciará hasta que no mate con sus propias manos al ser que ordenó quitarle la vida a sus padres. Pero no va a ser tan fácil como ella esperaba y deberá jugar bien sus cartas para no ser descubierta y sobrevivir en un mundo lleno de colmillos. ¿Logrará clavarle una estaca en el corazón a un vampiro original o se dejará seducir por el atractivo y la lujuria que desprende este por los poros? Lo único que está claro es que Aurora va a descubrir cosas que darán un giro completo a todo y Drakkar será quien se lo muestre.