Mi nombre es Avril Grant. Nunca fui una chica muy influyente en la vida de los demás. Mis 17, casi 18 años de vida los he pasado junto a mi madre, la mujer que más amo y admiro en este mundo. Mi vida no era normal pero tampoco anormal, era tranquila, hasta que llegó él, el ojo del huracán, la tormenta, nadie pensó que él fuera quien me iba a marcar la vida, y si alguna vez me hubieran dicho que él sería quien tendría el poder de destruirme y construirme de nuevo, me habría reido en sus caras.
Pero, ¿a quién quiero engañar? A pesar de todos los inviernos que tuvimos que pasar, él sigue siendo la luna en mi cielo.