Una despedida sin despedidas

Hace ya algunos años que comencé a viajar sola, y como era de costumbre en mi vida, hoy era uno de esos, no se si buenos o malos días, en los que me tocaba tener otro viaje. Todo iba en tiempo y forma para estar a tiempo a la salida del mi viaje, todo iba tan bien que incluso pude llegar unos minutos antes de que llegara el camión, satisfecha logre tomarme un descanso en alguna banca de la central, comencé a darme el tiempo de simple mirar mi alrededor . Comencé a volver a sentir ese sentimiento incomodo, y es que para ser sinceros las centrales de autobuses me causan un sentimiento de nostalgia, y entre todos esos sentimientos volví a recordarte. Recuerdo aquel día en el que tu volvías a irte, solo que ese día era diferente , recuerdo que antes de irte me regalaste una fotografía tuya, y es que es tonto darme cuenta que esa foto la sigo guardando en mi cartera, después de años la sigo guardando y pienso como una foto blanco y negro seria en mi vida mi mayor tesoro, la veo y mis ganas de seguirla observando me deja llevar aquel recuerdo que dejaste en mi diciéndome lo afortunada que era el tener esa foto entre mis posesiones, recuerdo verme sentido como si en una simple foto blanco y negro tu me entregaba un pedazo de tu corazón.