Joaquín tiene 22 años y es un maestro de preparatoria que disfruta mucho de su trabajo,siempre intenta llevar una convivencia sana con sus alumnos,y ellos le tienen un gran aprecio.
Es un amante de la lectura y de la escritura,aunque su especialidad no es esa,desde chico tuvo el sueño frustrado de ser escritor,pero por circunstancias de la vida no pudo llegar a serlo.
Su madre Elizabeth,su hermana Renata,y su abuela,siempre han sido los ojos de este chico,y apesar de ya no vivir con ellas,siempre se mantiene al tanto de cada una.
Su padre vive lejos de el con su otra familia,y no tiene la misma comunicación que con su madre,su abuela,y su hermana,pero apesar de eso siempre que se llaman se ponen al tanto de lo que pasa en sus vidas,y siempre están para escucharse el uno al otro.
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Emilio tiene 17 años, es un chico muy carismático,que se muda a una nueva ciudad con ganas de disfrutar aires nuevos,empieza desde cero en muchos aspectos de su vida,pero mantiene una actitud positiva para poder sobrellevar las cosas de una buena manera.
Vive con su madre Niurka y su hermana Romina,con ambas lleva una relación muy buena y es muy unido a ellas.
A su padre lo ve 2 veces al mes debido a que vive lejos,pero sin embargo siempre disfruta de la compañía de el.
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El primer día de clases de Emilio en su nueva escuela conoce a su nuevo maestro,e inmediatamente queda impresionado ya que tenía un toque muy peculiar que llamaba indirectamente la atención del rizado.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.