ME LLAMAN AL (a Hogwarts story II)

Al necesita un poco de tranquilidad.
Desesperadamente.
Su vida hasta los quince años ya había sido bastante compleja. Tener que lidiar con ser el "hijo deshonroso" de Harry Potter y soportar las miradas críticas de todos ya había sido suficiente. Además, después de lo ocurrido con Delphini, la hija perdida de Voldemort, lo único que el chico podría pedir es una vida relajada. Pasar tiempo con su amigo Scorpius y observar cómo éste se humilla para conseguir la atención de su prima Rose. Cuidar de su hermana pequeña Lily. Evitar a Akira Chang. Observar desde la distancia cómo su hermano, James Potter, triunfa en la vida. Comer brownies. Ese tipo de cosas.
Sin embargo, el destino es algo curioso, y nunca te da exactamente lo que quieres, sino lo que necesitas.
Por eso mismo, durante el curso, recibirá varias noticias que lo dejarán con un mal sabor de boca:
1-Un cretino búlgaro que ocupa su medio cerebro en ser un capullo acaba de ser transferido a Hogwarts.
2-La bruja más peligrosa que existe en la actualidad ha escapado de Azkaban y se encuentra en libertad.
Ante esto, y a pesar de las ganas que tenga de salir corriendo, Albus Potter no tendrá más remedio que afrontar lo que le ha tocado vivir. Y más le valdrá hacerlo bien, porque el futuro de la comunidad mágica al completo parece reposar de repente sobre sus hombros.
En medio de tanta confusión, que provocará que su mundo se tambalee, el chico solo podrá estar seguro de un aspecto de su vida: él sigue siendo Albus Potter, hijo de Harry Potter. Aunque, en realidad, todos lo llamen, simplemente, Al.