Existe una delgada linea que separa la sensualidad de la perversidad, el deseo, la lujuria, el sexo, los fetiches, todo ello puede tener un matiz sumamente caliente y del sabor mas dulce, sin embargo, como saber cuando se cruza esa linea, el mundo es lineal y en algunos casos, los momentos no se quedan callados, gritan y con ello arrastran la calamidad, la calamidad que se merecen los que cruzaron la linea.All Rights Reserved