Había decidido vivir lejos del ruido viviendo un día a la vez apreciando lo que años de trabajo en una ciudad le habían quitado. Lo que más deseaba era estar tranquilo, llevando una vida y viviéndola. En cambio a JongIn le faltaba comprender que quizá detenerse a mirar el paisaje le ayudaría a continuar con su recién estrenada vida de ejecutivo, o eso pensaba hasta que lo que vio al final de la colina no fue un atardecer espléndido, sino alguien que lo cautivó más que las maravillas de la naturaleza y lo convenció que quizá él debía replantearse las prioridades en su vida