Jamás imaginé que me enamoraría de una chica de 17 años. Nuestro encuentro fue espontáneo y sin precedentes, con un golpe de por medio que me dejó dislocado, y, por alguna extraña razón, fascinado. La primera vez que nos encontramos me cautivaron sus ojos verdes parecidos a la piedra jade, centellantes e inocentes. La segunda vez que nos vimos, fui espectador de su inquietante y hermosa sonrisa. La tercera vez que estuvo frente a mí, ella estaba en medio de mi departamento tartamudeando debido al nerviosismo. Y supe que a partir de ese momento Sakura sería mi perdición. [SasuSaku]