La Biblia no autorizada de Enrique Neira

Golpea, golpea el mar la escollera
La golpea porque la quiere
La golpea porque la ama, porque la ama de verdad

Pero la escollera estaba dormida
Y el mar se fue en búsqueda de otras escolleras

Algunas las quiso, algunas no las quiso
Algunas lo quisieron, algunas no lo quisieron
Algunas lo amaron, algunas no lo amaron
Algunas las amo, algunas no las amo

Pero el mar quería esa escollera
Pues fue es y será su único amor
O sino su tormento por el resto de su vida
Y ni un granito de arena se podría comparar
Con el amor que le tenia el mar a esa escollera
Que junta a todas las demás
Y sabia el mar que si fuese correspondido
Con el mismo amor
Se unirían a una estrellita de verdad

Golpea, golpea el mar la escollera
La golpea porque la quiere
La golpea porque la ama, porque la ama de verdad

Pero el mar golpeo y desperto a la escollera
Y la escollera le dijo te declaro mi amor eterno
Y te prometo fidelidad eterna, y contigo me quiero casar
Y un beso de amor eterno te quiero dar
Ese beso por siempre, y por la posteridad
Y también allí
En el mas allá
Que seguramente que habrán muchos muchos besos más
Que tendrán el mismo amor eterno que ese beso
Pero al ser tantos, tantos de todos no me podré acordar
Pero este; ese jamas me lo he de olvidar

El mar soy yo
La escollera, esa escollera
Eres tú C. Irene, eres tú