Al saber la sentimental despedida del comisario con sus amigos, este se aleja de sus amigos más fieles y de su niña Bonnie, para continuar nuevas aventuras con aquella pastorsita Bo Peep, para compartir su vida con ella. Continuará aquel noble vaquero a dedicarse a hacer feliz a nuevos niños, entregando juguetes a niños quien necesitan cariño de algún juguete, y juguetes que necesitan del aprecio de un niño. Pero nuevamente el destino se interpondrá con el camino del vaquero.