El mundo está en constante cambio. Los salvajes habitantes del puerto de Aguas Turbias han empezado a entablillar las ventanas de sus casas y a encenderle velas a La Madre Serpiente, preparándose para la oscura época que se avecina: la venida de la niebla negra. Mientras tanto, en las Islas de la Sombra, un rey no muerto camina melancólico entre los espectros, mientras que uno nuevo se levanta con un objetivo claro: recuperar lo que es suyo, y ni dioses ni mortales lo podrán detener.