El día en que conoció el café, de cierta forma -e inconscientemente-¬ dio el primer paso para darle un giro de ciento ochenta grados a su miserable vida. Esta es la historia de Christopher, un perdedor. Pero no te asustes, no es la tragedia de alguien que perdió a su familia y su empleo y todo eso que deprime, es más bien un raro de esos que, aunque no hagan nada, ya te incomodan.All Rights Reserved