La universidad donde estudia Dorianne es bastante peculiar: además de estar llena de estudiantes adinerados, los hombres dedican sus días de estudio en apostar sobre qué chica pueden tirarse, el que lo consiga se lleva una buena suma de dinero recaudada por todos los varones del campus. A pesar de que no socializa con nadie y no es especialmente guapa, en su segundo año Dorianne es escogida como objetivo. Lo que para muchas significó motivo de alarma, a ella le dio una astuta idea: planear el reto y quedarse con la mitad de dinero para ayudar a pagar las quimioterapias de su hermano menor. Para ello acude a Jordan, el chico problema de la universidad, quien hace que Dorianne se replantee varias veces si todo eso es una buena idea.