Cuando comienzas a vivir todo se vuelve complicado. Hay miles de emociones que procesar, situaciones que afrontar, comportamientos por modificar, etc. Es un proceso de crecimiento. En donde habrá aventuras en las cuales seremos los villanos, héroes, víctimas y antagonistas. Al principio no será fácil identificar nuestro rol. Sin embargo, aprenderemos a descifrar patrones de conductos y sentiremos más de un déjà vu. En este punto tendremos la opción de hundirnos en la miseria, tratar de ser una mejor versión de nosotros mismos o emprender caos solo con nuestra presencia.
Al final, necesitamos expresar esto. Algunos escogen las drogas, otros el arte, la violencia, entre otros mecanismos. Ya sean sanos o no. Al concluir esta travesía comprendemos que no somos seres blancos o negros en cuestión de moralidad. Existen las categorías grises. Las cuales considero que se le dan, de manera condescendiente, a los incomprendidos. Trataré de entrar a ella con metáforas inusuales, capaces de hacer tu alma entumecerse. Entra a mi mundo y sé capaz de criticarlo, porque cada metáfora siempre tendrá su hueco, que ira en contra de la idea que se quiere recalcar.
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#4 en estrofas -10/10/2019
#2 en julliett - 10/10/2019
Si alguna vez sentiste que no podías más, si te rompieron el corazón, si confiaste a ciegas y te apuñalaron por la espalda, si creíste que después del dolor no había nada más, este libro es para ti.
En Valentía II encontramos el reflejo de alguien que supo abrazar el dolor y convertirlo en vuelo, como un colibrí renaciendo después de una noche fría de invierno. Kelbin, una vez más, abre las puertas de su alma para mostrarnos que cada caída no es más que un impulso para ser valientes y continuar.