Había una vez una dulce joven que despertó una mañana con un nido en vez de cabello, los parpados pegados con lagañas incluidas, un hilo de baba en la comisura de la boca y un gran deseo de tener una relación seria. Sí, esa mañana despertó con el pie izquierdo. Totalmente de acuerdo. Pero volvamos al principio de este acontecimiento que la llevó a tener 5 citas con 5 tipos totalmente distintos y desagradables, hasta que se topó con el sexto tipo que no andaba con rodeos y sabía lo que quería. Y lo que quería era: nada serio. Esta historia se basa en esa desgracia específica, pero primero siempre va la bebida, el aperitivo, la entrada, el plato fuerte, luego el postre y por último, la factura, que es la más interesante de sus 6 desgracias.