"Intenta detenerme" Dijo su voz casi en un inaudible susurro. La busqué con la mirada, pero la densa oscuridad me impedía identificar su, para mi, perfecto cuerpo. "Yo sé que no podrás" Dijo esa afeminada voz de nuevo. "Pero con intentarlo no perderás nada" Su voz provenía de un lugar exacto y a la vez incierto. Cuando al fin logré reconocerla a través de la oscuridad, giró sobre sus talones, moviendo provocadoramente sus piernas, me miró directamente a los ojos y después de guiñar uno de ellos en mi dirección se perdió entre toda la gente del desconocido lugar.