Se supone que las estrellas fugaces son un signo de suerte, pero no para Camila. Su nuevo trabajo, como secretaria en una compañía internacional de juegos en Portland, OR, no ha tenido un buen comienzo. Su primer trabajo, decorar el árbol de Navidad en el vestíbulo, resulta con un viaje a la sala de emergencias después de que Lauren, la segunda al mando de la compañía, sea golpeada por la estrella del árbol de navidad. Lauren culpa su atracción instantánea por Camila al golpe en su cabeza, no a la magia de la estrella fugaz. Está decidida a no actuar sobre sus sentimientos, especialmente porque Camila no tiene idea de que Lauren es prácticamente su jefe. (Esta historia no es mía, es solo una adaptación. Todos los derechos a su autor)