creo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos dado la mejor versión de nosotros mismo, donde cada día le levantabas con ganas de superación, y efectivamente lograste cierta parte de lo que querías, pero, simplemente no bastó. Y en el momento más emocionante te toca revelarte, recibes las noticias que tanto querías de las persona quienes tú querías, pero luego de esa conversación tus fuentes principales para hacer cumplir tus sueños te hacen sentir como nada, tratandote con la mejor inferioridad posible, año tras año, y sin embargo no te das por vencido, pero llega ese momento en el cual ya lo aceptas, y dejas que sus comentarios te caractericen, y todo lo que en su momento lograste, simplemente significó nada. Y todos los malditos días lo sigues soñando con el mismo dolor y anhelo que se sueño provoca en ti.