Sentía como si yo fuese parte de todo eso, como si fuese culpa mía, si todo esto era gracias en parte a mi y en parte a otras cosas que desconozco. No entiendo porque pasó, desde que pasó siento como si alguien dentro de mi hubiera muerto, una parte de mi murió aquella noche, aquella noche en la que Cristina, mi madre, abandonó esa puerta para nunca volver...
Yo, Max, hace años que paso todo eso y aún desconozco lo sucedido, no comprendo el porqué ni cómo, solo sé que pasó, se fue mamá de mi vida, para siempre.
Actualmente tengo diecinueve años, sigo viviendo en la misma casa, con el hombre que dice ser mi padre y Sam, mi hermana menor.
Después de unos meses me volví a enamorar. Sofia y sus ojos verdes me hipnotizaron, me volví esclava de ella, de su forma de amar, de su bondad, de su sonrisa, de su forma de hacerme el amor. Aquella mujer de 36 años se robó mi corazón por completo.