-Adiós- le susurró con la voz quebrada- Perdóname por dejarte, ángel de mi corazón. Te esperaré cuando tengamos otras amistades, otros padres, otros nombres, otros hogares, otros cuerpos; pero te prometo que nuestras almas seguirán siendo las mismas, unidas por nuestro amor inquebrantable - el llanto escapó de su garganta y las lágrimas recorrían sus mejillas, caían sobre el pecho de aquella joven hermosa que acababa de morir en sus brazos-. Cuando vengas a mi otra vez, sabré quién eres, incluso si la sonrisa que se dibuja en tu rostro es retratada con otro pincel y tus ojos enfoquen el tinte de un extraño. Yo sé que muy pronto estaré junto a ella, junto a mi amada a quien tanto extrañé, sus ojos miel, su tibia piel, son los recuerdo que conservé, fue un largo camino que tuve que andar para poder encontrarla finalmente. Tanto lloré en soledad pues su partida marcó mi final. Me muero por tenerte a mi lado, por estar contigo, por quererte todavía mas. Eres especial, no hay duda.