Durante la vida ganas, y pierdes. Conoces, y desconoces. Te enamoras, o te odias por haberlo hecho. Vives, mueres, y no vives ni mueres. El detective nunca debió aceptar el caso, nunca supo que al interrogar a aquella hermosa mujer, conocería cómo la víctima se volvió el victimario. "Cuando el diablo se enamoró de una mujer, se unió tanto a ella que desapareció, ambos lo hicieron, fundiéndose en uno solo. Entonces el mundo conoció al desastre más bello".