Hoy no he venido aquí a decirte que se me rompió el corazón en mil pedazos y no termino de encontrarlos todos, ni vine a culparte de que la mitad de mis sueños ahora sean como los granitos de sal que quedan olvidados fuera de tu plato, no. Vine a despedirme, a dejarte lo último que me queda para por fin dejarte ir. Te libero de la culpa de haberme dañado. Te absuelvo de un baile que no tiene regreso. Te eximo por completo de mis sentimientos. Te perdono y te dejo ir con todo el amor que he sentido siempre por ti, y del que estoy segura que siempre sentiré. Te perdono y te dejo al fin abrir las alas para volar lejos de mí. Te perdono y dejo que vueles en otro cielo. Llévate todo lo que no me pertenece, déjame vacía y al final de todo, gracias.