A la última persona en el universo a la que Cecilio quería hacerle daño era a su esposa Nazareth. Pero sus actitudes la lastimaba sin darse cuenta. Un robo que nunca se ejecutó lo hizo acercarse más a su mujer dandose cuenta que es el tesoro más preciado que tiene en esta vida y que sus sentimientos hacia ella eran mucho más de lo que podía sentir o creer.