"No te preocupes, muñequita. Haré que te enamores de mi sencillamente. No podrás resistirlo." Sus labios se curvaron en una juguetona sonrisa, haciendo que mis entrañas se retorcieran. "¡Ya quisieras!" Fue mi corta contestación, pero el calor en mis mejillas delataban lo contrario. La sonrisa del chico se agrando y sus ojos brillaron ante el desafío. "Lograré que esos rubíes expresen amor, solamente por mi y lograré que destellen lujuria, solamente para mi." Y en ese momento, sentí algo en mi corazón que no sentía hace mucho tiempo. Emoción. (Lobo de la portada no me pertenece, solo edité la foto y le puse el título).