Las personas que queremos no estarán con nosotros siempre, y no es algo que podamos decidir. Lydia y Nick se han encontrado, no por elección, y no para toda la vida. Lo que los unió fue una enfermedad que tienen en común, una que podría acabar con sus vidas. La diferencia es que desde que se conocieron comenzaran a vivir, aunque no sea un felices por siempre.