Ella era seria, fría y estaba sola. Ellos eran polos opuestos; uno como el mismo dia y el otro la reencarnación de la noche, pero ambos bien acompañados. Cuando dos mundos completamente diferentes se encuentran y chocan, el destino de ambos queda sellado de por vida, para bien o para mal. Ella no sabia a que se enfrentaba, ellos tenían miedo de lo que se aproximaba. Ella vivía en una dulce mentira y ellos representaban una maldita realidad.All Rights Reserved