En un mundo amado por los Dioses, los apóstoles tienen la última palabra. Ishtar, la gran profeta del señor de la muerte se vio traicionada por aquellos a quienes ella había devotamente dedicado su vida, y mucho antes de su gran final... su señor y creador se apiadó de su desgracia y suavemente le consoló; "Si vuelves a mí, todo te será perdonado... acéptame con tu ser y te daré aquello que más desees" Todo se oscureció, pero sin haberlo notado... los ojos de Ishtar se habían abierto una vez más, ya no era la oscura mujer que alguna vez había sufrido vanamente por milenios, sino la inocente y joven versión de si misma. Había sido redimida y una vez más se le había otorgado la oportunidad de actuar como el verdadero apóstol de la muerte debería. Una historia de venganza, suspenso y redención.