Eliana Faure es una artista de corazón, sus manos plasman sentimientos y sensaciones en cualquier forma de arte que existe, sus obras son un reflejo de lo que ella es, y pese a que a eso le ha permitido crear extraordinarias obras de arte, también ha sido su propia condena, todas y cada una de las cosas que ha creado tienen un vacío que no ha podido evitar reflejar.
Ha intentado de todas las maneras encontrar una explicación a eso, pero, siempre termina llegando a la misma conclusión: Nathaniel Dubois, quien fue su primer y único amor. Romper con él hace cuatro años la destruyó por dentro, creía que a estas alturas ya lo había superado, pero era obvio que se había equivocado por completo.
Nathaniel vive la vida al límite, sus mañanas pertenecen al gimnasio, donde se ejercita y practica boxeo constantemente, sus noches están llenas de peleas clandestinas, compañías poco recomendables y chicas de las cuales ni siquiera recuerda el nombre. Sin embargo, hay una parte de su día en que lo único en que pude pensar es en esa chica de ojos bondadosos que hace cuatro años le robó el corazón, lo enamoró por completo y le dio luz a sus días grises, para luego dejarlo sin importarle siquiera lo que él pensaba o sentía.
Odiaba a Eliana por completo, deseaba nunca haberla conocido y mucho menos haberse enamorado tan profundo de ella.
Ella esperaba que tarde o temprano lo olvidaría
Él ansiaba no tener que volver a verla nunca más en la vida
Lastimosamente para ambos el destino tiene otros planes
"Yo no amaba su personalidad, ni la imagen que le mostraba a los demás, yo me enamore de su alma, la esencia de quien era"