En aquel instante me convertí en una mera marioneta. El futuro era incierto y cruel, como el tiempo. Las uñas marcadas con mi propia sangre desistieron. No podía seguir arañando aquella indestructible puerta de metal. ¿Qué será de mí? ¿Dónde está la esperanza cuando la necesitas? ¿Cuál es el día en que volveré a ver la luz del sol? Preguntas sin respuesta a las que tal vez nunca me den solución. Aun así, me aferro a la vida. Porque no hay otra cosa que el ser humano ansíe más: vivir. No importa cómo. •Historia perteneciente al proyecto "Color Club: Diabolik Lovers".All Rights Reserved