~Tenía catorce cuando empezó.~ -Carlos, escuchame....No te muevas, por favor no te muevas.- La confusión, los nervios y el miedo hacían que solo saliera un hilo de voz de mi boca. -Va para tu pieza, no te muevas, te lo explicaré después pero no te muevas. ~No sé como logré salvarme.~ -Escuchame, hazme caso en todo lo que te diga, estarás bien.- Decía mientras lo tomaba de los hombros y hacia que lo mirara fijamente. -¿De acuerdo?. ~Mi papá lo sabía.~ -Con el azul, no se puede hacer ruido.- ~Él lo soñó.~ -Con el verde no puedes hacer movimientos rápidos o bruscos.- ~Yo le creí.~ -y con el morado...- ~Él tenía una historia.~ -No me busques.- Lo toma del cuello. -por qué me vas a encotrar.- Dice finalmente para después soltarlo bruscamente. -¿Color?- Dice mientras apaga el agua para no hacer más ruido. ~Y me toca a mi continuarla.~ Saca una sonrisa divertida mientras se toma un tiempo para contestar. -Azul.- -¿¡Pero que te pasa!?- Lo agarra del brazo bruscamente. -¡¡Casi nos matas!!. ~Ten cuidado al morverte.~