Adriana siente que su mundo se desmorona y ella ya no tiene el control. No se siente con la fuerza necesaria para seguir con el día a día. Pero sabe que sí tira la toalla no habrá vuelta atrás y las personas que más ama serán lastimadas por algo de ella causó, y esto es lo único que la obliga a seguir de pie. Esta es la batalla de Adriana, en la que tendrá que decidir si vive para ella o para los demás.