Dulcinea

Aquella mujer de lindos ojos, de armazón dorado, con nudos en el cabello. Aquella labradora de Toboso, emperatriz de La Mancha. Aquella inimaginable perfección, que de tanto que uno se imagina, cobra vida.
Y se ponía a cosechar besos en almíbar para prepararme el desayuno y llevármelo a la cama.

Dulcinea toma la personalidad de el personaje de la obra Don Quijote de La Mancha, a quien se refieren por Dulcinea a la mujer perfecta, la mujer insuperable pero paradójicamente, inexistente.
Todos tenemos una Dulcinea a la que pasamos toda la vida intentando encontrar, y hoy ya he encontrado la mía.