A Elbereth Gilthoniel

La historia de Ereinion e Itarille siempre ha estado sumida en una neblina del pasado. Los dos se vieron obligados a hacerse un nombre por ellos mismos y a sobrevivir.
Él, un leal capitán, intrépido y fiel a su Rey; Ella, una sanadora adiestrada para apreciar y preservar la vida en todas sus formas. Eran elfos respetados y admirados en el Reino de los Bosques pero, a la vez, eran distintos de todos los demás pues en su sangre corrían las gestas de los que plantaron cara al mal desde el principio, de aquellos que habían provocado el mal. Héroes y difamados.
Ellos eran únicos entre los elfos silvanos porque no lo eran del todo, ellos eran elfos Noldor hijos de un secreto que se extinguió en el lugar donde se extienden las sombras e hijos de los bosques esmeralda.