- Te caes y, sin importarte nada, sin que nadie te rescate, te levantas con la cabeza arriba. -sus ojos miraban los míos, nadie se creería que mi mejor amiga, que soporta todo de mí, me venga a "perfeccionar".- Tocas todo tipo de instrumentos; te sabes cada respuesta de una prueba sin estudiar y te terminas sacando una muy buena nota, y yo, que estudio, me saco una inferior a la tuya; tienes una perfecta voz, tú eres perfecta.
- Si supieras mi pasado, sabrías, verdaderamente, que no soy perfecta. Que solo lo hago para parecer normal. Nadie de aquí es normal, pero yo... yo estoy muerta; muerta para Slytherin, muerta para Ravenclaw, muerta para Hufflepuff y, más que nada, muerta en Gryffindor.
- Obvio que estás muerta para todos de aquí. Hasta para los profesores. Pobresita, no es perfecta. Todos la odian. -se empezó a reír como desquiciada.- Pobre, pobre de ______. Sin amigos, sin casa, sin nada.
- Sin familia. -ella me miró atónita, no se esperaba esa respuesta (a menos de que lo tome como que ellos no me quieren ver, aunque no pueden).- Como dije antes, no soy perfecta. No sabes por las cosas que tuve que pasar para llegar aquí. Y, lo repetiré por última vez. No. Soy. Perfecta.
Todo el Gran Comedor había quedado en silencio. Estaba totalmente enfurecida y segura de que dentro de poco mis sentimientos saldrían a flote. Era obvio que todo comenzaría a volar o a hacer fuego.
Pero, lo que pasó, fue que ella se sentó en su asiento mientras mi mirada furiosa seguía en ella. Las ventanas se rompieron de un crujido, pero yo seguía parada allí, observándola. Nadie salió lastimado, lamentablemente. Pero decidí salirme de aquel lugar donde, en algún tiempo, había sido feliz.All Rights Reserved