A veces la necesidad de dinero ciega a muchas personas obligándoles hacer cosas que jamás pensaron. Pero, ¿que pasa cuando aparece alguien que te hace ver el mundo de otra manera? ¿Y si ese alguien te enseña que el dinero no es lo más importante? ¿Lo dejarías todo? El problema es que es fácil entrar en una trampa para ratones, pero es casi imposible salir.