Jungkook proyectaba un aura objetivamente atractiva pero, para un hombre como Taehyung, que había tenido la suerte de besar esos labios rosas en flor, de probar el néctar salado de su piel desnuda y de amarlo bajo las sábanas, era como un imán. Y ahora, el mismo Jungkook al que había abrazado y cuyas lágrimas había limpiado incontables veces, le rehuía la mirada.All Rights Reserved