Porque hay personas tan jodidamente rotas que sólo pueden sobrevivir rompiéndose aún más.
Sucrette, a primera vista, es una chica normal.
Graciosa, cariñosa, quizás algo impulsiva, pero una chica como cualquier otra.
Cuando la chica tenía 6 años, su padre murió víctima de un cruel asesinato del cual nunca se supo nada, ocasionando que en ella comenzara a nacer la esquizofrenia que haría de su vida un infierno.
Advertencia: Esto no es un cuento de hadas, ni un fanfic como otro cualquiera como los que he hecho antes. Aquí no existen finales felices. Pero sí existen transtornos mentales, muertes, suicidios y demás. Si no te gusta este género, no leas este fanfic.
Porque, recuerda.
Este no es un fanfic cualquiera.
Esto es la vida.
Los personajes no son míos, son de Beemoov y Chinomiko.
Amy Rose se encuentra atrapada en una dimensión que no conoce y la única forma de poder regresar a la suya es pedirle ayuda a la persona que es capaz de matar a quien se le dé la gana.
Scourge es temido por todo Moebius y eso Amy lo tiene claro, pero es su única salida. Si quiere irse tendrá que estar a la merced de este.
Aunque cabe la posibilidad que aquel erizo no quiera dejarla ir.
⚠️ACLARACIONES⚠️
Los personajes no son de mi propiedad.
La historia no es igual a los comics.
El transcurso de esta historia es escrita por mí.
Los capítulos se siguen editando.
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