Ella es un nombre ficticio para que cada persona que haya sufrido un trastorno alimenticio pueda identificarse e "insertar" su propio nombre. Los trastornos de la conducta alimentaria no hacen diferenciaciones entre sexos, edades, clases sociales, ideologías o formas de ser. Ni siquiera de peso. Es algo tan interno y tan mental que abarca una amplia gama, desgraciadamente. Quiero compartir aquí algunas de las experiencias vividas, evitar que las personas que siguen sufriéndolo se sientan solas. No estáis solas.