Cuando su familia decide mudarse, María tiene la oportunidad de iniciar su vida desde cero, haciendo amistades y tratando de conseguir una vida normal. Al llevar un tiempo, se da cuenta que entre las propias amistades se guardan secretos, que hay una gran variedad de problemas alrededor y que el destino ha querido ponerla a prueba atormentándola con malos recuerdos. Lo bueno es que cuenta con su característico cerebro y su distintiva forma de aconsejar. ¿Aquel la guiará a superarse o simplemente volverá a caer en el abismo? Ella dice que a veces es bueno escucharlo, aunque otras veces es mejor decirle: ¡Cállate, cerebro!