El deseo es un juego macabro según Sara Kingsley, la aborda sin precedentes con tan solo ver a su jefa Ivy Miller, sin importar el momento, el lugar, o el hecho de que está casada y con un hijo, le gusta que sea imponente, elegante y adicta al vino. Escondida en su faceta profesional Sara no puede evitar fantasear con ella, tocarse por las noches en la oscuridad de su habitación pensando en su boca color carmín junto a lo que puede llegar a hacer con ella. ¿Qué pasaría si la señora Miller resultara ser una mujer desinhibida? ¿Si practicará diversos juegos sexuales junto a su esposo Robert Miller?, y después de hacerla trabajar un par de horas le susurrara a la joven y curiosa Sara: -¿Quieres una copa de vino? ¿Entrará Sara en los juegos sexuales del señor y la señora Miller? Entra y descúbrelo.