«Cuando se está enamorado, comienza uno por engañarse a sí mismo y acaba por engañar a los demás» Oscar Wilde. ~ Palabra de Bruja #2 ~ Nicole odia a los magos. A todos, excepto a uno. Henry Clearwater. Su Henry. El único mago bueno, su vecino, su mejor amigo y, en secreto, para ella era algo más. Le ha amado desde que tiene uso de razón, desde antes de entender lo que era el amor; y siempre ha creído, aunque jamás lo dijera en voz alta, que era su alma gemela. Si tan solo él se diese cuenta... Nicole lo ha dado todo por él. Sus gustos, su personalidad, todo. Se ha convertido en la persona que es solo por él, para tratar de estar a su altura, de ganarse su atención. Pero sabe que nada de eso será nunca suficiente. No cuando él es el heredero de su aquelarre y ella ni siquiera es una bruja. Pero su mundo sufre un duro revés el día que le acusan de un crimen que no ha cometido. Henry es arrestado y Nicole no puede quedarse de brazos cruzados mientras ve cómo el amor de su vida paga por el crimen de otro. Hará lo que haga falta por limpiar su honor, cualquier cosa... Aunque eso incluya seducir al fiscal Matthew Dawlish. Ese hombre frío y distante que parece disfrutar sometiendo a otros y no solo dentro del juzgado. Al principio parecía algo sencillo. Sería tan solo sexo, una moneda de cambio para manipular a aquel hombre en favor de Henry. Pero el BDSM nunca es solo sexo y, a medida que la relación avanza, sus defensas empiezan a caer. ¿Podrá ocultar sus verdaderas intenciones de esa penetrante mirada que parece leer su alma? ¿Logrará proteger su corazón o será otra de tantas cosas que tendrá que sacrificar por Henry? Que empiece la farsa.