En el corazón del Barrio Francés, Marion Delarosbil lucha cada día por dejar atrás todo de lo que un día huyó. Sin embargo, las cosas que se evaden vuelven en formas y situaciones inesperadas para recordarnos que los monstruos no se van si no se exorcizan; y que las heridas infectadas deben volver a abrirse para sanar. Solo entonces, llega el perdón. A su tiempo y con nuevos horizontes.