Las estaciones susurran tu nombre.

Coincidieron en un lugar y espacio.
Sin ansias y esperas.
Se encontraron vagando;perdidos; en un andar casi lento.
Ella con su timidez escondía los fragmentos que intentaba unir en su intento de entenderse.
Él con su optimismo y sonrisas retratadas desfiguraron la carga que sobreprotegía sus hombros.
Dos desconocidos con recuerdos que no tienen fecha de caducidad y que los arrastra por la falta de aire.
¿Podrán dos almas rotas recomponerse?
Hasta las fuerzas más potentes se debilitan en contacto con otras.
¿Serán de la misma carga o serán un choque inevitable?
Porque los secretos nublan la razón pero:
¿Cuántas flores hace falta coleccionar para convertirla en primavera?